domingo, 7 de diciembre de 2014

Un domingo más...

Te despiertas un domingo más. 10:04 de la mañana, das vueltas en la cama intentando dormir un rato más pero tu cuerpo ya ha descansado lo suficiente y buscas fuerzas para levantar y hacer algo productivo un sombrío domingo más. Vas a la cocina y te preparas tu café con sus dos tostadas cubiertas de mantequilla como todas las mañanas desde hace varios años. De mientras, lees el Twitter y ves como la gente narra como les fue la noche minuto a minuto y piensas: "¿qué cojones me importa que hicisteis anoche? Si realmente hubierais disfrutado de la noche, no hubierais estado colgados del móvil como unos imbeciles". Suspiras y dejas el móvil. Te lavas los dientes y te miras en el espejo, hoy es un día más y toca seguir adelante, piensas mientras sonríes y vas a tu habitación para vestirte con ropa de sport para dar una vuelta por el campo y despejar la mente, ya que no hay nada mejor que hacer este frío domingo de diciembre. 
Tomas el valor suficiente para salir a la calle y el frío se instala en tu cuerpo. Tendría que haberme puesto más ropa, piensas mientras te colocas los cascos en tus oídos y pulsas el aleatorio de tu lista de reproducción del iPod. Te pones dirección al paseo que conecta varios pueblos del municipio mientras suena tu canción para los domingos: Domingo Astrómantico de Love of Lesbian. Te viene a la mente la historia que cuenta el videoclip y sientes envidia por la relación que muestra la pareja pero a la vez sientes esa sensación de libertad que te da estar solo. Mientras sorteas los charcos y la canción va avanzando, te vienen a tu mente todas las relaciones que has tenido y lo que has vivido con cada persona que has estado, pero justo llega esa relación "montaña rusa" digamos que, sin comerlo ni beberlo te ha marcado más que el resto. Como todas las relaciones empezaron bien pero a veces el destino une a imposibles y lo mejor es acabarlo, por el bien de todos. Justo, te cruzas con una pareja de jóvenes que van contándose alguna anécdota graciosa o hablando de cualquier tema pero eso es lo que menos te importa, porque ves en sus ojos, sus caras, ese gesto facial de tranquilidad y de total complicidad con la otra persona que tu envidias porque, ¿a quién no le gusta ser correspondido?. Pero sigues con tu paseo y comienza a llover. Que raro, piensas irónicamente mientras te das media vuelta y aligeras el paso hacia casa para mojarte lo menos posible. La canción está llegando a su final y escuchas la última frase que dice: "Si me sueltas entre tanto viento ¿como voy a continuar?" y te ríes de como anteriormente dejaste que tu vida dependiese de otras personas que pensabas que no podías vivir sin ellas pero lo que sucedía es que tu no vivías tu propia vida y renunciaste a ser feliz por algo que no lo merecía. Te quedas con una sonrisa de oreja a oreja y dices en alto: "Un domingo astrómantico sin tí, pero conmigo" porque es el momento de dejar todo lo malo atrás y sonreír como nunca, porque te lo mereces y lo sabes. 

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